martes, 24 de septiembre de 2013

Delantal

Tengo una sobrinilla de 3 años que este año ha empezado el cole. Bueno, en realidad tengo dos, pero sólo una de ellas tiene la suerte de ir a una escuela muy especial. Es un colegio basado en la pedagogía Waldorf, que para quienes nunca habéis oido hablar de ello os diré que es un modelo muy aproximado al que siguen en Finlandia, que como supongo que sabréis, es un pais que está a la cabeza en educación.

Este sistema consiste en dejar a los niños que ellos exploren, por así decir, y que aprendan jugando, a medida que se va despertando en ellos la curiosidad por las cosas. Son los niños los que poco a poco quieren saber más, y no les meten los conocimientos a presión como hace nuestro sistema, que después de cargarles con montones de horas de clase, parece que bastante mal aprovechadas, aún les llenan a los pobres con una pila de deberes.

delantal

Pues esta sobrinilla de 3 añitos va a hacer todos los días con sus compañeros de clase el pan de su almuerzo, ¿qué os parece? Ese tipo de conocimientos y de sabiduría tan básicos y tan olvidados son los que va a aprender, algo que yo hasta hace relativamente poco no sabía hacer, y que ella lo va a aprender en su primer año de cole.

delantal

En este tipo de educación, sobre todo, se da mucha importancia al desarrollo emocional del niño. Se les deja ser niños y comportarse como tales. 

Además de hacer pan y jugar, cuando llueve se ponen su chubasquero y sus botas de agua y ¡saltan en los charcos!. ¿No os parece que son las cosas que a cualquier niño le gustaría hacer? Y sin embargo, a través de estas actividades, pueden aprender cosas sin tener que forzarles a estar sentados en su pupitre rellenando una ficha que no les atrae ni lo más mínimo.

detalle bolsillo pachwork

Y para hacer ese pan sin mancharse necesitaba un delantal, y que además fuera bonito, porque es pequeña, sí, ¡pero presumida!

Así que aquí os enseño los delantalitos que llevará, pequeñitos, como ella, ¿pero a qué son preciosos? y además, como podéis ver, son muy fáciles de hacer. En el patrón, que podéis descargaros más abajo, os dejo las medidas para su talla, pero podéis agrandarlo proporcionalmente si queréis una talla mayor. Los bolsillos están hechos con trocitos de tela unidos, de pachtwork, pero también lo podéis hacer de una sola pieza. Si os dais cuenta tiene la misma forma que el delantal pero en pequeño. Eso sí, si lo haceís de patchwork conviene forrarlo por dentro. 

Y el otro modelo de bolsillo es aún más fácil, porque es un rectángulo que está dividido a la mitad por una costura. Todo él y el bolsillo van rematados con un bies estampado que es el que le da la gracia, ¿verdad?

patrón delantal

Pan polar

Esta entrada de hoy creo que es la confirmación de que todo vuelve, poco a poco, a la normalidad. Después de unos cuantos meses volvemos al ataque con los panes, de la mano de Bake de World.

pan polar o tunnbröd

Pan polar (tunnbröd), ese es el pan que hemos preparado para esta ocasión. Si os digo la verdad me sonaba el nombre de este pan, pero aún no sé de qué. Es un pan plano, de origen sueco, y en casa nos ha sorprendido y encantado a todos, incluyendo a los abuelos, que en esta ocasión estaban por aquí.

racimo de moras

El caso es que el domingo fuimos a comer al campo, para así aprovechar la tarde y coger moras, con lo que preparé el pan poco antes de irnos. En el campo todo está buenísimo, pero es que en forma de bocata de tortilla, o con unos filetes de lomo y acompañado por un delicioso salmorejo, no os podéis imaginar lo rico que estaba este "tunnbröd".

pan polar o tunnbröd
pan polar o tunnbröd

A los niños les ha hecho mucha gracia eso del "pan de anís". Lleva semillas de anís y miel, y a pesar de que también lleva sal, tiene un regustillo dulce, pero de esos que sorprendentemente combinan a la perfección con los rellenos salados.

pan polar o tunnbröd

Lo bueno de este pan es también que es muy rápido de hacer. Aunque ya sabemos que los panes ricos son los que fermentan despacio, en este caso, al no ser el típico pan que sólo lleva harina, agua, levadura y sal, no influye tanto en el sabor una fermentación tan rápida.

La receta que he seguido es la de Va de Pan, aunque añadiendo anís en lugar de hinojo y yogur natural en vez de crème frâiche. En fin, un pan sorprendente por lo rápido, por lo fácil de hacer y por su sabor. Totalmente recomendable. ¿Lo conocíais ya, o cómo yo lo acabáis de descubrir?

Ingredientes:

300 g harina de trigo de fuerza
150 g harina de centeno integral
1 sobre de levadura seca de panadería
200 ml de agua
4 cucharadas (tablespoon) de yogur natural
2 cucharadas de miel
1 cucharadita (teaspoon) de semillas de anís
1 cucharadita de sal

- mezclamos la harina de trigo con la de centeno, el anís y la sal.
- añadimos la levadura y la miel, removemos y comenzamos a añadir el agua. Cuando hayamos añadido más o menos las 3/4 partes de agua, incorporamos el yogur. Mezclamos y terminamos de añadir el resto del agua
- amasamos durante 10 minutos y después dejamos la masa reposando en un recipiente aceitado durante una hora, tapándola con un paño húmedo
- pasado ese tiempo desgasificamos la masa y la dividimos en piezas más pequeñas, yo hice 6. Hacemos bolitas, las aplastamos con el rodillo y las pinchamos con un tenedor.
- en una sartén que no esté demasiado caliente y sin engrasar, colocamos los panes y los cocemos unos 2 minutos por cada lado, hasta que se hinchen y se doren. Yo hice algunos más finos y otros más gruesos para probar cuáles quedaban mejor, pero en realidad los dos se cocieron a la perfección.

Otras cosillas:

- como veis también es un pan especial porque se hace en una sartén.
- se puede comer frío, dejándolo enfriar sobre una rejilla, o un poco templado. Se puede conservar sin prooblema un par de días tapándolo con un paño de lino o algodón.
- os invito a ver todos estos panes para que veáis que no soy yo la única que opina que es un pan rico y sencillo de hacer ¿Os animáis?
- os dejo también una muestra de las moras que cogimos el domingo, ¿y vosotros? ¿ya habéis hecho provisión de moras para el resto del año?

cestos llenos de moras

jueves, 19 de septiembre de 2013

Bizcocho de zanahoria con harina de teff


¡Por fin se acabaron las vacaciones!. La verdad es que yo ya lo estaba deseando. Al final el verano se hace largo y hasta los niños terminan por cansarse de tantos días de vacaciones. Aunque parezca mentira estaban deseando volver al cole, encontrarse con sus amiguitos, a los que apenas han visto durante estos meses, y retomar a la rutina y las obligaciones diarias.

Yo por mi parte, necesitaba que empezaran ya, porque con ellos en casa el trabajo no rinde igual.Y para comenzar el nuevo curso con buen pie, os traigo un bizcocho que espero que os guste, y que junto con otras recetas muy especiales podéis encontrar este mes en Petit-On. Además así compenso lo que os dije en la entrada del bizcocho glaseado de que tenía pocos bizcochos publicados.


Se suele decir que el desayuno es la comida más importante del día, y es cierto. Para que los niños no pasen hambre, no se queden en clase medio dormidos y aprendan sus lecciones es importante que hayan tomado un buen desayuno que les proporcione la energía que necesitan.

Y por eso este bizcocho que os traigo hoy es especial: está hecho con harina de teff. El teff es un cereal libre de gluten, que proviene de Etiopía. En España los primeros estudios sobre el cultivo de este cereal se realizaron en la Dehesa de Tablares, en la provincia de Palencia, muy cerquita de donde yo vivo.

Y más cerca aún vive María, a quien le estoy haciendo las fotos para su nueva página web, que estrenará en breve. María además de comercializar este cereal es Doctora en Ingeniera Agrónoma, y toda una experta en el teff, porque ha sido una de esas pioneras en el estudio de su cultivo, de la mano de quienes lo introdujeron en Europa, los holandeses. María ha supervisado los primeros campos cultivados con este cereal, que según me ha contado, al principio pensaban que era de secano, sin embargo se cultiva a comienzos del verano y es de regadío. Algo que nos choca cuando pensamos que proviene de un pais africano ¿verdad?


El teff, es un cereal de gran interés, pues además de carecer de gluten es rico en minerales y contiene hidratos de carbono de liberación lenta, con lo que proporciona energía de larga duración para toda la jornada. Es un cereal muy demandado por los deportistas de elite, precisamente por esto y por su contenido en proteinas, que ayudan a regenerar la masa muscular. 

La semilla de teff es muy pequeña, más aún que las semillas de amapola, por lo que su harina es integral, ya que es imposible separar el diminuto salvado. Esto hace que debido a la fibra que contiene posea un gran poder saciante.


Y como estamos con la vuelta al cole, resulta que el teff además de todas las propiedades que os acabo de comentar, puede mejorar la salud de los huesos y los dientes, pues tiene un alto porcentaje en calcio fácilmente asimilable por el organismo. Además gracias a esos hidratos de carbono de liberación lenta, los niños tienen la energía asegurada durante toda la mañana.

Y dejando por un momento el teff, del que podéis encontrar más propiedades en su página web, en este bizcocho también he añadido zanahorias, y ralladura de naranja, que todavía hacen que esté mucho más rico, ya que las primeras hacen que sea un bizcocho muy jugoso, mientras que la naranja le proporciona un aroma riquísimo. Es una manera muy buena de reducir el porcentaje de azúcar en la receta, y de paso conseguir que los niños coman zanahoria sin enterarse, sobre todo cuando son de los que siempre la dejan en el plato sin probar, como mi hijo mayor.


Así que para que nuestros niños desayunen como Dios manda antes de ir al colegio y no les entre el bajón a lo largo de la mañana, aquí os dejo la receta de este riquísimo bizcocho:

Ingredientes:

200 g harina de teff
125 g mantequilla
125 g azúcar
2 huevos
250 g zanahorias
ralladura de naranja
8 g levadura química

- precalentamos el horno a 180ºC
- blanqueamos los huevos con el azúcar y cuando hayan aumentado de volumen añadimos poco a poco la harina tamizada con la levadura y la mantequilla fundida
- después añadimos las zanahorias ralladas y la ralladura de naranja y mezclamos todo con cuidado
- preparamos un molde con papel de hornear o untándolo de mantequilla, vertemos la masa en él y horneamos durante unos 50 minutos (como siempre esto depende de cada horno)
-cuando esté cocido desmoldamos con cuidado y dejamos enfriar sobre una rejilla


Sugerencias y datos:

- si no encontráis harina de teff se puede hacer también con harina de trigo normal y queda igualmente rico, aunque la harina de teff le da un saborcillo especial.
- siempre que puedo me gusta emplear en mis recetas productos de temporada, ya que es cuándo mejor están, por eso en este bizcocho he añadido las zanahorias, que ahora las tengo a montones en la huerta
- las naranjas, aunque no os lo creáis, son de una de esas cajas que se compran por internet recién cogidas del árbol. En verano no me gusta comprarlas, porque o son de cámara y saben fatal, o las traen de fuera, lo cual a mi personalmente no me convence. Estas naranjas las compré a primeros de junio y ahí están, un poco feas de aspecto, pero no se me han estropeado como las que se compran en las tiendas, que a veces a los dos días se pudren y hay que tirarlas. Así que no son de temporada, pero casi casi
- por si os interesa, y para no repetirlo aquí, en la entrada de la tarta de zanahoria os cuento alguna propiedad nutricional de este tubérculo.

martes, 17 de septiembre de 2013

Taller de elaboración de pan y bollería tradicional

Justo ayer fue el último día del taller que os indico en el título. Un taller que he disfrutado un montón impartiendo, en un pueblo llamado Villasila, y con unas 20 mujeres estupendas que han hecho que el ambiente fuera inmejorable.

Y es que esas mujeres pertenecen a una asociación llamada "La amistad", así que no podría haber sido de otra manera.

Durante los días que ha durado el taller han aprendido a distinguir una harina de fuerza de una harina floja. Además hemos elaborado distintos tipos de panes, desde un pan básico con harina, agua, sal y levadura, hasta un pan de molde, pan con cerveza y avena y unos panecillos tipo brioche.

Pan de cerveza negra y avena

Además, aunque por la duración del taller no hemos podido elaborar un pan de masa madre, ya saben lo que es, e incluso hemos preparado una durante estos días, que ahora, si la cuidan cómo yo les he explicado, la podrán usar cuando hagan sus panes en casa.

Y como éramos muy golosas, tampoco pudimos evitar preparar distintos tipos de galletas e incluso un bizcocho básico, que con distintos ingredientes extra puede convertirse en muchos bizcochos diferentes, a cada cual más rico.

Galletas mantecadas y pastas de té
Galletas mantecadas

Y todo ello elaborado con ingredientes naturales, sin necesidad de ningún aditivo químico raro, pero con un ingrediente muy especial, que era la ilusión que todas ellas ponían al hacer sus panes y galletas.

En fin, un taller intenso, y muy aprovechado, y en el que como siempre, además de aprender cosas nuevas (incluso yo), hemos pasado unos ratos muy agradables en buena compañía.

Y como estuve más al taller que a las fotos, como debe de ser, solo os he podido enseñar una pequeña muestra de todo lo que hemos hecho, que espero que os haya gustado.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Cómo restaurar y tapizar butacas mecedoras (I)

Hace al menos dos años que mi suegra me dio unas butacas preciosas. Tienen los brazos de madera, de haya para más señas, y además son mecedoras.

mecedora vieja

El caso es que por "H" o por "B" hasta hace poco no he sido capaz de ponerme a la labor con ellas para restaurarlas, y la verdad es que ya tenía ganas de hacerlo, primero porque me vienen bien para el salón, y segundo por quitarlas ya de en medio del garaje, porque encima de ocupar espacio cada vez se deterioran más.

mecedora vieja

Para empezar hay que quitar toda la tapicería, desmontar la tela, quitar el relleno, ¡todo fuera!. La verdad es que da bastante trabajo. 

Poco a poco y con paciencia hay que ir quitando las chinchetas, después las grapas y puntas, y así, finalmente conseguimos liberar el relleno para quitarlo. En este caso el relleno, que aparece en la foto de abajo, es de crin vegetal, y las herramientas que se necesitan son tan solo un destornillador y una tenaza.

tenaza, destornillador y crin vegetal

Cómo véis para quitar las chinchetas se consigue haciendo un poco de palanca con el destornillador. Yo a veces también golpeo el destornillador con la tenaza a modo de martillo, de ese modo entra mejor por la cabeza de la chincheta. Y si se trata de grapas o puntas se hace exactamente igual, golpeando el destornillador hasta que entra un poco bajo la punta o la chincheta, y haciendo palanca hasta que se levanta lo suficiente para poder agarrarla con la tenaza.

quitando chinchetas
Estas butacas están retapizadas anteriormente, y el que lo hizo la verdad es que fue un poco guarrete, por decirlo en plan suave. Debajo de la tela de florecitas había otra tela verde. Y es que muchas veces cuando se manda algo a tapizar, lo solucionan poniendo una espumilla fina encima de la pieza en cuestión, colocan encima la nueva tela y ¡listo!

detalles butaca vieja

¡Si, si, menudo listo el que hizo esto!, y no es que yo sea tapicera profesional ni me dedico a ello, pero he tapizado bastantes piezas, algunas mías y otras por encargo a conocidos, y la verdad es que esta jugada la he visto ya en varias ocasiones.

A mi, la verdad es que no me gusta dejar nada viejo y sucio. Prefiero trabajar un poco más pero dejar la pieza nueva y completamente limpia. Así que hasta que no he dejado las butacas en el esqueleto de madera no he parado.

Me gusta además sacar todas las puntas y grapas. Siempre hay alguna que resulta imposible de sacar, pero al final el 99% de ellas consigo quitarlas. Eso hace que después al volver a grapar tengamos suficiente madera libre para hacerlo.

oreja sin puntas

Después de dejar la madera a la vista he decapado los brazos y las patas, que estaban pintados de blanco, ya que la pintura estaba muy deteriorada. Decapar, lijar, y después volver a pintar.

esqueleto de mecedora

En las zonas de madera que no van a quedar a la vista, porque van a taparse con el tapizado, también he tratado la madera nutriéndola, ya que estaba muy reseca, y para ello he mezclado aceite de linaza con aguarrás en una proporción de 1:3, y con ayuda de una brocha la he pintado. ¡Así de simple!

Después he tenido que encolar un par de piezas que se habían desencajado, nada grave.

Y una vez que la madera está a la vista, encolada, limpia, pintada de nuevo de blanco y nutrida, puedo empezar a tapizar de nuevo, pero eso os lo contaré otro día ;)

esqueletos de mecedora

¿Alguien se anima conmigo a restaurar alguna pieza?


Otras cosillas

Materiales:

- tenaza
- destornillador, gubia, o algo similar
- decapante
- lija para madera
- cola blanca de carpintero en caso de piezas desencoladas
- aceite de linaza (con secante)
- esencia de trementina (aguarrás)
- esmalte acrílico
- brochas
- guantes

¿Qué hacer si hay carcoma?

Si la madera tubiera carcoma, lo cual se ve porque hay agujeritos, que no son los de las puntas, le habría aplicado algún producto para eliminarla. Hay quien le da con gasoil, porque es una solución relativamente barata, pero yo prefiero aplicar productos más específicos que sean a la vez preventivos y curativos. El gasoil para mi no es suficiente garantía.

Se aplica el matacarcomas, generalmente con una brocha, y se tapa el mueble con un plástico, (como una bolsa de basura grande). Después se deja como mínimo una semana bien tapado para que los vapores actúen, y si lo dejamos dos, aplicando el matacarcomas una segunda vez,  mejor. Además en los agujerillos también se puede introducir matacarcomas con ayuda de una jeringuilla.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Tarta de número para una fiesta de cumpleaños accidentada

El lunes fue el cumpleaños de mi hijo pequeño, ¡cinco añitos! Y la verdad es que no fue el mejor día de su vida: ¡¡se rompió la clavícula!!

guirnalda

Sí, como lo oís, leéis. Entre dos niños le debieron coger y le tiraron a la hierba, y entonces es cuando se rompió su pequeña clavícula. Creemos que fue así por que es lo que él nos contó, ya que en realidad en el momento en que ocurrió ninguno de los mayores estábamos mirando, así que realmente no vimos cómo sucedió.

En fin, por lo que nos han dicho la clavícula se debe recuperar bastante bien y no quedan secuelas, así que ahora sólo nos queda armarnos de paciencia hasta que se recupere del todo. Lo de la paciencia lo digo porque aparte de estar bastante mimoso y mañoso, el pobre también lo pasa mal por las noches, porque no encuentra una buena postura para dormir en la que no le duela, así que se suele despertar un par de veces llorando, con lo cual nos toca tumbarnos a su lado, o le metemos en nuestra cama, o lo que haga falta para que se calme, deje de llorar y se vuelva a dormir.

Pero dejando las penas aparte, os quiero enseñar la tarta que le hice, que la verdad es que a él le encanto. Era una tarta de número cinco.

tarta de número 5

Es muy fácil. Sólo hay que hacer un bizcocho de chocolate con forma rectangular y otro redondo, y recortarlos con la forma del número en cuestión, en este caso el cinco,

tarta de número 5

después se cubre de chocolate, yo además le eché por encima unas virutillas, también de chocolate, y ¡lista para poner la vela!.

tarta de número 5

Y aquí tenéis a Nuño justo antes de soplar:

soplando la vela
tarta de número 5

Y para que veáis lo buenísima que estaba, fijaos lo que dejaron en los platos ;)

comiendo la tarta

¿Os ha ocurrido a vosotros algo parecido en alguna celebración? La verdad es que espero que no hayáis tenido tan mala suerte, ni que la tengáis nunca (¡cruzaremos los dedos!)

guirnalda

lunes, 2 de septiembre de 2013

Bizcocho con glaseado

¡Qué ganas tengo de que empiece el cole! No sé si os pasa como a mi, pero empiezo el verano deseando que los niños tengan vacaciones y que descansen de tantos meses de clases y termino deseando que vuelvan al cole desesperadamente.

No sé si es que mis hijos son muy movidos, ¡que lo son!, o si soy yo, que soy una madre añosa, que ya no da más de sí. Todo el verano en el patio, jugando, mojándose, llenándose de tierra de la huerta, entrando y saliendo de casa mil veces al día, peleándose... ¡me agotan! Y todo el día detrás de ellos recogiendo ropa suya por la casa, por el patio, toallas de su piscinita, zapatillas, tractores y no sé cuántas cosas más...¡¡¡ahhhh!!!

Bizcocho glaseado
Bizcocho glaseado

Así que sí, ¡estoy deseando que vayan al cole!: horarios controlados, ropa controlada, todo bajo control, y lo mejor: toda la mañana sin ellos para poder trabajar en condiciones, porque con ellos en casa es difícil sacar tiempo para trabajar, siempre hay un "¡¡mamaaaá!!".

Necesito orden, paz y tranquilidad, y poder relajarme un poco, porque encima ahora empieza para mi una época de más trabajo: me toca procesar gran parte de los productos de nuestra huerta, hacer y embotar mermeladas, pisto, tomate, congelar judías verdes, hacer chutneys... Es bastante trabajoso, aunque la verdad es que merece la pena, ¡pero hay que hacerlo!

Bizcocho glaseado

¿Así que cómo lo veis? ¿Os pasa como a mi o pensáis que soy un poco exagerada? Porque os aseguro que a pesar de tener mitad de sangre andaluza no os exagero ni una miguita.

Y de momento para relajarme algún que otro día, puedo tomarme un buen desayuno a base de una taza de leche con colacao y un buen bizcochito. O bien tomar a media tarde, el día que puedo y me dejan, una infusión con un trozo de bizcocho.

Y resulta que no es que tenga yo muchos bizcochos publicados, así que para solucionar este pequeño inconveniente os traigo hoy una receta de esas que a veces saco de alguna revista y que suelo coleccionar.

Creo que mi afición por los recortes de revistas viene de cuando era pequeña. Una de mis hermanas y yo, guardábamos recortes y después hacíamos papeleras con los bombos de jabón de la lavadora pegando los recortes sobre el bombo con engrudo. ¿Vosotros también lo hacíais?

Y volviendo al bizcocho, ¡os aseguro que os va a encantar!. En casa cada vez que lo hago desaparece como por arte de magia. ¡A veces no me llega a durar ni un día!. Y es que es jugoso, y con un saborcillo a mantequilla tan rico, que no necesita añadirle nada más para dar sabor. Un bizcocho ideal para hacer, rápido y con un sabor que sorprende a cualquiera.

¿Os apetece relajaros conmigo tomando un pedacito de este suculento bizcocho?

Bizcocho glaseado

Ingredientes:

125 g mantequilla a punto pomada
90 g azúcar
3 huevos a temperatura ambiente
180 g de harina
5 g de levadura química
Glaseado: 50 g azúcar glas y 10 g de clara de huevo

- blanqueamos la mantequilla con el azúcar y después añadimos los huevos de uno en uno
- tamizamos la harina y la levadura y poco a poco lo añadimos a la mezcla anterior sin dejar de batir hasta obtener una masa homogénea
- engrasamos un molde o lo forramos como hice yo con papel de hornear y vertemos la masa sobre él.
- horneamos a unos 160ºC durante 50 minutos en el horno precalentado. Una vez que se ha cocido dejamos enfriar sobre una rejilla
- finalmente bañamos con el glaseado. Para prepararlo batimos el azúcar con la clara. Si nos parece que la consistencia es muy líquida añadimos algo más de azúcar. Las cantidades de azúcar y clara que os he puesto son las que yo empleé, aunque en la receta ponía una clara con 150 g de azúcar, pero para mi esa es una cantidad exagerada.

¡¡Espero que os haya gustado!!
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